Hacer accesibles los edificios históricos de Madrid

Madrid es una ciudad rica en historia y, al mismo tiempo, moderna: sus barrios albergan palacios centenarios, monumentos antiguos y rascacielos. Los diferentes estilos arquitectónicos que se han sucedido a lo largo del tiempo todavía son visibles en sus calles. Este legado urbanístico forma parte de la identidad de la capital española, pero también representa un desafío importante a la hora de garantizar la accesibilidad para todas las personas y, al mismo tiempo, conservar el patrimonio histórico y artístico madrileño.

De hecho, muchos de estos edificios presentan barreras arquitectónicas, como la ausencia de rampas, ascensores o dispositivos que faciliten el uso del inmueble, tanto que la Administración municipal de Madrid ha puesto en marcha el Plan Rehabilita, con el objetivo de incentivar a los propietarios a invertir en la mejora de la accesibilidad de sus edificios.

En este artículo, repasamos la historia urbanística de la ciudad, las normas relacionadas con la accesibilidad en los edificios históricos y las soluciones para superar las barreras arquitectónicas sin comprometer el espléndido patrimonio histórico y artístico de Madrid.

Un breve recorrido por la historia urbanística de Madrid

A lo largo de los siglos, Madrid ha experimentado diversas transformaciones urbanísticas y arquitectónicas.

En la Edad Media, la ciudad tenía la estructura típica de la época – calles estrechas y plazas irregulares – y la impronta musulmana era muy evidente. Pensemos, por ejemplo, en la fortaleza, el Real Alcázar, donde hoy se encuentra el Palacio Real.

Con los Reyes Católicos y especialmente con el rey Felipe II que, en el siglo XVI, trasladó la corte a Madrid, la ciudad adquirió cada vez más importancia y fue claramente visible la influencia del estilo arquitectónico renacentista.

Durante el Siglo de Oro español (siglo XVII), el trazado urbanístico volvió a cambiar: el estilo barroco, con sus ornamentaciones y su dinamismo, enriqueció las fachadas y las iglesias. Bajo los Borbones, la arquitectura madrileña sufrió otro cambio importante, moldeándose según el estilo neoclásico; pensemos, por ejemplo, en la Puerta de Alcalá.

En el siglo XIX, la ciudad se expandió más allá de sus murallas y gracias al Plan Castro (1860) nació el “Ensanche” de Madrid, que incorporó amplios bulevares y zonas residenciales. Allí los estilos arquitectónicos eran muy diversos: ecléctico, neoclásico, neogótico y neomudéjar.

En el siglo XX, Madrid cambió nuevamente y de forma profunda. El modernismo, el art déco y el racionalismo forjaron aún más la ciudad.

Hoy la capital combina de manera armoniosa arquitectura contemporánea y antigua, y es el resultado de un largo y complejo proceso de planes urbanísticos y estilos que a menudo se han superpuesto. El reto, por tanto, es conservar la riqueza arquitectónica de la ciudad y al mismo tiempo garantizar la accesibilidad pensando en el futuro.

Los retos de accesibilidad en los edificios históricos de Madrid

Muchos edificios históricos de Madrid fueron diseñados en épocas en las que no era una prioridad hacer los espacios accesibles para personas con movilidad reducida, discapacidad visual o auditiva. Por ello, las barreras arquitectónicas son numerosas:

• puertas y pasillos estrechos
• escaleras empinadas
• superficies resbaladizas e irregulares
• falta de ascensores, señalización en braille y señalización auditiva

Por tanto, el desafío consiste en adaptarlos sin comprometer su valor histórico, artístico y arquitectónico.

De hecho, muchos de estos inmuebles están protegidos por estrictas normativas de conservación, lo que limita la posibilidad de realizar modificaciones estructurales.

Soluciones para mejorar la accesibilidad en los edificios históricos

Hoy en día, gracias a la investigación tecnológica, es posible superar el problema de las barreras arquitectónicas en los edificios históricos sin alterar su estética: soluciones discretas que se integran perfectamente en el estilo del edificio histórico donde se instalan y que permiten a todas las personas disfrutar de los espacios que cuentan la historia de Madrid, apreciando su belleza y riqueza en cada rincón.

Se trata, además, de un cambio respaldado por la ley. En España, la Ley General de los Derechos de las Personas con Discapacidad y el Código Técnico de la Edificación (CTE) establecen que los edificios públicos y privados deben ser accesibles, incluidos los de valor histórico: 

• El Real Decreto Legislativo 1/2013 establece que los edificios públicos y privados deben adaptarse para garantizar el acceso a las personas con discapacidad.
• El Código Técnico de la Edificación (DB-SUA) define los requisitos obligatorios de seguridad y accesibilidad.
• La Ley española del Patrimonio Histórico permite realizar modificaciones en los edificios protegidos, siempre que se respete su valor arquitectónico.

A continuación, se presentan algunas de las soluciones más eficaces para eliminar las barreras arquitectónicas en los edificios históricos públicos y privados de la ciudad. 

Rampas y plataformas salvaescaleras

Tanto las rampas como las plataformas salvaescaleras pueden diseñarse y fabricarse con materiales que armonicen con la estética del edificio, tanto en interiores como en exteriores. Un diseño minimalista y colores neutros pueden transformar un elemento de accesibilidad en una solución arquitectónica elegante y discreta. Por ejemplo, la plataforma salvaescaleras Fluido de KONE Motus se adapta a cualquier entorno y permite elegir entre una amplia gama de colores RAL para el acabado de las partes metálicas.

 

Ascensores “invisibles” y montacargas

Los ascensores y montacargas pueden instalarse en el hueco de la escalera, si es lo suficientemente amplio, o en el exterior, en una zona discreta del edificio, para no alterar la fachada. Existen modelos de bajo impacto visual, con puertas de madera, metal o vidrio, que se integran en el diseño original del edificio sin afectar su estética. Por ejemplo, los ascensores domésticos Dinámico y Armónico Eléctrico de KONE Motus pueden personalizarse en acabados, materiales y colores para adaptarse a cualquier entorno interior o exterior. Dinámico, disponible también con puertas de vidrio, es ideal para áticos y espacios de poca altura. Armónico Eléctrico, similar a un ascensor tradicional, con los acabados y colores adecuados, puede convertirse casi en un “ascensor invisible”.

Sistemas de señalización accesible y pasamanos adaptados

La accesibilidad de un entorno también depende de aquellos elementos que pueden parecer simples detalles, pero que son esenciales para las personas con discapacidad sensorial. Ejemplos de ello son los mapas táctiles, la información en relieve, las audioguías, los carteles y los botoneros en Braille de los ascensores. Al mismo tiempo, es importante incluir otros elementos como los pasamanos adaptados, que permiten a todas las personas mantenerse seguras en caso de necesidad.

Un equilibrio entre accesibilidad y conservación del patrimonio histórico

En los edificios históricos, el verdadero desafío es encontrar un buen equilibrio entre la accesibilidad y la conservación del patrimonio arquitectónico, cultural y artístico. Para lograrlo, es necesario seguir algunos principios guía:

• Confiar en expertos: arquitectos, historiadores y especialistas en accesibilidad son las figuras a las que dirigirse para una intervención eficaz y respetuosa con la arquitectura del edificio.
• Pensar en soluciones reversibles: es decir, modificaciones que puedan ser retiradas sin dañar las estructuras del edificio.
• Respetar la estética del edificio: eligiendo materiales en línea con el diseño del inmueble y proyectando mejoras que se fundan con la estructura original, no que se impongan sobre ella.

¿Vives en un edificio histórico de Madrid y te estás preguntando cómo mejorar su accesibilidad?

Los técnicos de KONE Motus están a tu disposición para una visita de inspección gratuita y para orientarte hacia la solución más adecuada para ti.